Educación y ONCE renuevan el convenio para la integración de niños ciegos en los colegios de Aragón

Este acuerdo pone más énfasis en la digitalización de las aulas y su adaptación a las necesidades de los niños con problemas visuales. El objetivo es que sea una herramienta y no una barrera

Con este convenio se facilita la integración de los niños ciegos

Que los niños ciegos aragoneses tengan una vida lo más normalizada posible. Ese es el objetivo del convenio que Gobierno de Aragón y ONCE renovaron ayer y que permite que 197 alumnos con discapacidad visual se formen en colegios de toda la Comunidad Autónoma. Un acuerdo que se mantiene similar en la mayoría de sus aspectos, aunque incide ahora en implementar mecanismos para que la digitalización de las aulas no suponga un reto para estos niños.

Gracias a él, un equipo multidisciplinar formado por 21 profesionales, entre maestros, trabajadores sociales, psicólogos o instructores de braille, que acuden periódicamente a los centros para ayudar en la adaptación tanto de los niños, como el personal del centro y los padres. Entre ellos hay profesionales de la ONCE que prestan apoyo con técnicos de rehabilitación o especialista en adaptación de materiales, además de mediadores de niños sordociegos, según informaciones de aragondigital.es.

El 70% de estos alumnos están escolarizados en centros ordinarios y hacen la misma actividad diaria que el resto de los alumnos. La consejera de Educación, Dolores Serrat, ha asegurado que el nuevo reto es la proliferación de las TIC en el aula, y el trabajo de adaptación a las posibilidades de estos alumnos. 

“Es imprescindible que ellos puedan utilizarlos en la mismas condiciones que el resto”, ha apuntado. 

Un convenio con 10 años de historia

La directora de Educación de ONCE, Ana Isabel Ruiz, ha destacado que este convenio desde que se puso en marcha hace 10 años ha funcionado plenamente y permite atender a los alumnos ciegos de cualquier centro educativo de la Comunidad Autónoma. Asegura además que la LOMCE hereda los derechos adquiridos por este colectivo en la anterior ley educativa y añade aspectos que competen a la accesibilidad. 

En el ámbito de la, cada vez más palpable, digitalización de las aulas, asegura que surgió cierto miedo, ya que, aunque son un avance hay que tratarla con cautela porque pueden traer consigo una exclusión si no están adaptadas a los niños ciegos. 

Ha destacado también que estos equipos multidisciplinares trabajan en la valoración de la situación de los niños, pero también la sensibilización, explicando a la comunidad educativa cómo detectar casos y facilitar su adaptación. Destaca además que ellos no se ocupan de la docencia, sino de aspectos como mejorar su estimulación visual, enseñarles braille, habilidades sociales para relacionarse con otras personas o autonomía personal.